El ibérico de Guijuelo alcanza el “máximum”

En Marcial hemos creado la categoría “Máximum” para denominar a una selección de jamones y paletas excelentes, provenientes de cerdos ibéricos a los que se dispensa un trato más privilegiado.

Hablamos de ejemplares de raza, apartados con el fin de reservarles los encinares más ricos y productivos de la dehesa. Con más hectáreas a su disposición para trotar libremente y cebarse de la preciada bellota, sin escatimar cantidad ni calidad.

Estos cerdos, “mimados” muy de cerca por nuestro capataz, alcanzan un peso superiora la media y producen una carne pródiga en sabrosísima grasa infiltrada.

Es el cenit del ibérico, un hito gastronómico que podemos apreciar tras el largo y esmerado proceso de curación al que se someten los jamones y paletas “Máximum” de Marcial.

Elaboración y curación artesanal, al aire frío y seco de Guijuelo

Aroma, untuosidad, sabor incomparable… jamón. Un icono de nuestra gastronomía apreciado en todo el mundo. Obtenido de las extremidades posteriores del cerdo ibérico, el jamón de bellota Marcial es sometido a un tiempo de curación de entre 24 y 48 meses.

Su elaboración es completamente artesanal y su curación se realiza en nuestros secaderos naturales de Guijuelo. Un proceso lento y manual, al aire frío y seco de la sierra.

Al corte, su color varía entre el rojo intenso y el rojo oscuro, apreciándose numerosas vetas de grasa que le confieren ese sabor y untuosidad característica del jamón de Marcial Castro.

Jamón deshuesado

El jamón entero, pero desprovisto de hueso, corteza y grasas. Un formato pensado para quienes anteponen la comodidad al ritual del corte en jamonero.

Jamón loncheado a cuchillo

“A cuchillo sabe mejor”. Con estas palabras se presenta este pack de 90 gramos que contiene finas lonchascortadas manualmente al modo tradicional. Jamón de bellota envasado al vacío, preservando todo su sabor y aroma a recién cortado.

Intensidad aromática, vetas de magro y numerosas infiltraciones

Inferior en tamaño, pero no en cualidades respecto al jamón. La paleta o paletilla ibérica, pieza procedente de las extremidades anteriores del cerdo, comparte con el jamón la mayoría de sus características.

Tras un proceso de curación que oscila entre los 24 y 36 meses, la paleta queda lista para su degustación. Su carne, de gran intensidad aromática, muestra una sutil combinación de vetas de magro y numerosas infiltraciones de grasa muy sabrosa.

Libre de grasa, curación natural y bouquet especial para los paladares más exigentes

En el escalafón del ibérico, a la par que el jamón de bellota. Es la opinión de muchos conocedores y gastrónomos. El lomo ocupa así, por derecho, un lugar preferente entre los productos gourmet del cerdo ibérico.

Esta pieza, elaborada con el músculo ileoespinal del cerdo ibérico, está prácticamente libre de grasa externa. Un aderezo suave, herencia de nuestros abuelos, y su curación natural durante un mínimo de 3 meses, le confieren ese bouquet especial que le caracteriza, manteniendo todas las propiedades originales para satisfacer los paladares más exigentes.

Lomito ibérico de bellota 

Su localización entre la paletilla y el lomo le da un bouquet especial

Selecto y nada común. El lomito ibérico, muy similar al lomo pero de color más oscuro de inferior tamaño, es sometido al mismo proceso artesanal que su “hermano mayor”. Sin embargo, su localización entre la paletilla y el lomo le otorga un fino y especial bouquet que lo hacen inimitable.

Chorizo Ibérico

Elaborado con magro ibérico e ingredientes naturales. Un clásico de raíces populares que comparte vitrina con los más selectos embutidos.

El chorizo ibérico de bellota Marcial está compuesto de un picado de magro grueso con materias primas naturales: sal, pimentón, orégano y ajo, para ser embuchado después en tripa natural.

Tras un periodo de curación no inferior a 3 meses, queda perfecto para degustar, tanto en el plato como en bocadillo.

Salchichón Ibérico

Elaborado con magro ibérico e ingredientes naturales. El salchichón de bellota Marcial es un tradicional embutido del cerdo ibérico, elaborado con una estudiada combinación de magro y especias naturales, y curado al aire frío y seco de Guijuelo.

Su sabor característico, así como el fino y sutil aroma que le proporcionan las especias empleadas en su elaboración, le diferencian claramente de los demás embutidos.