Construcción de estilo innovador con una ubicación privilegiada sobre el río Ebro y rodeada de 4 hectáreas de viñedo propio dotan a esta bodega de un carácter exclusivo

 

 

 

 

 

 

 

Los viñedos se asientan en  tierras alrededor de la bodega, donde se ha practicado una viticultura  tradicional de pequeñas parcelas, con podas en verde manuales: espergurado,  desniete, despunte con vendimia manual.

 

 

Los racimos se recogen de forma manual  en cajas de 25 kilos. Las cajas se  depositan una a una en cinta transportadora donde se efectúa un primer control  visual, dirigiendo los racimos a la mesa de selección. Los racimos seleccionados  pasan a la despalilladora, y de ahí serán transportados hasta los depósitos  mediante sistemas OVI, que evitan uso de bombas y tuberías de vendimia que pueden tener un efecto negativo sobre el fruto.

El proceso de elaboración se  realiza en depósitos  troncocónicos de acero inoxidable y tinas de madera,  dotados de camisas de refrigeración y un sistema automático de remontado del  mosto.

 

 

 

 

La fermentación maloláctica se realiza a continuación en barricas, tinas y depósitos. Los depósitos  de guarda son  de hormigón suspendidos a medio nivel para su llenado por gravedad y revestidos  de resinas de epoxi, que favorece la buena evolución del vino.

Sobre una gran sala, a doble  altura y bajo un silencio respetuoso, descansan perfectamente alineadas 975  barricas de roble americano, francés y centroeuropeo, con una edad media de dos años responsables de imprimir al vino su peculiar carácter en todo el largo  proceso de crianza.

En esta impresionante nave  cuya visión desde la sala de cata de la planta superior, provoca amplias  perspectivas y magnifica el recorrido de la bodega, donde el vino desarrolla su  personalidad con el sello inequívoco de La Encina, Bodegas y Viñedos